En 1.917 Benedetto Croce publica en Bari La Spagna nella vita italiana durante la Rinascenza. En esta obra afirma que la lengua española proporcionó al dialecto napolitano tres palabras características: Lazaro/Lazzaro, Camorra/Camorrista, Guapo/Guappo. Las dos primeras las dejo para otro momento y me voy a centrar en la curiosa trayectoria de la palabra “guapo”.
Si no me desmiente algún filólogo, la palabra “guapo” no aparece en los textos medievales. Llegando al siglo XVII, tampoco aparece en las obras de Cervantes o Lope de Vega, lo que es definitivo; en el monumental “Tesoro de la lengua castellana” de Sebastián de Covarrubias de 1.611, la palabra “guapo” no aparece y si no está en el Covarrubias no está en ninguna parte.
Sin embargo, un siglo más tarde se había generalizado tanto su uso que el “Diccionario de Autoridades” de 1.734, Tomo IV, el término “guapo” se incluye, nada menos que con tres acepciones:
Guapo: animoso, valeroso y resuelto, que desprecia los peligros y acomete con bizarría las empresas arduas y dificultosas // Se toma también por galán lucido y que cuida la decencia y adorno de su persona // En estilo picaresco se llama galán que festeja y galantea a alguna mujer.
Este diccionario no solamente incluye esta palabra. También recoge a toda su familia; “Guapeza”, “Guapazo”, Guapear”, “Guapetón”– observa que únicamente se mencionan características de la personalidad o del comportamiento del “guapo”, no de su aspecto físico.
Tomando el primer significado, creo que “guapo” tuvo que abrirse paso entre otras palabras que, con el paso del tiempo, han quedado olvidadas; Valentón, Bravo/Bravear, Bizarro/Embizarrarse, Broquelero, Bravato/Bravatero, Alentado, Arrufalado, Crudo, Corrilero, Hombre de avería, Matasiete, Virote, Abernardado, Marchazo, Jacaro…
En todo el siglo XVIII se mantienen los significados de “guapo”. Por ejemplo, el mejor diccionario español/francés de la época, Francisco Sabrino / Jean Baptiste Dellamollière “Sabrino aumentado o Nuevo Diccionario”. Lyon 1.791, recoge textualmente en sus traducciones al francés las definiciones del “Diccionario de Autoridades”.
A finales del siglo XIX, además del significado tradicional de “guapo”, se añade uno nuevo. Veamos lo que Manuel Fernández y González indica en su obra “ El guapo Francisco Esteva” de 1.871:
“En todas las provincias de España, menos en las de Mediodía y Levante, “guapo” es sinónimo de bonito. En Andalucía y en toda la costa del Mediterráneo hasta Cartagena, “guapo” significa valiente y no solo valiente, sino valiente que tiene a gala el valor, que ama el peligro”
Actualmente, el nuevo significado que se incorporó en la segunda mitad del XIX es el predominante de manera abrumadora. “Guapo” ya no es el valiente, el perdonavidas, el pendenciero… ahora el “guapo” es el “bien parecido”, “bonito”, “de aspecto físico agradable”. En la R.A.E puedes comprobar como, de manera oficial, este significado ha desplazado al anterior:
Guapo: Bien parecido // Acicalado, bien vestido // Animoso, bizarro y resuelto, que desprecia los peligros y los acomete // Hombre pendenciero y perdonavidas // En estilo picaresco; galán que festeja a una mujer
Después de rastrear la evolución de la palabra “guapo” en el castellano, volvamos a lo que indicó Benedetto Croce en su obra La Spagna nella vita italiana durante la Rinascenza: “Sotto il dominio spagnuolo crebbero nelle città italiana le plebi oziose e cenciose coi luridi vizi della miseria, e la lingua spagnuola forní allora al dialetto napoletano le tre parole che a lungo vi spiccarono; Lazzaro, Guappo e Camorra” “Bajo el dominio español creció en la ciudad italiana la plebe ociosa y harapienta con los repugnantes vicios de la miseria y la lengua española proporcionó entonces al dialecto napolitano las tres palabras que durante mucho tiempo nos destacaron: Lazzaro, Guappo y Camorra”
En italiano “guappo” es un “napoletanismo”, es decir; una palabra perteneciente al “napoletano”, la lengua que se habla en Nápoles. Veamos su significado; “Coraggioso”, “Bravaccio”, “Persona sfronta e arrogante”… “guapparia” es “gruppo di guappi”, “Azione da guappo”. Vemos una coincidencia total con el significado tradicional en castellano. La nueva acepción “bonito”, “aspecto agradable” no existe en el “guappo”.
Del arraigo popular del “guappo” dan testimonio las canciones napolitanas. Por ejemplo, puedes verlo en las letras de: “Guappo? No!” , “O guappo ’nnammurato” , “Lo guarracino” , “Mme ne voglio ji’a nzurra’n gopp’antignano” … Te doy algunas pinceladas.
En “Povero guappo” se dice : “Uommene guappe’e stu quartiere mio // ve voglio tuttuquante contr’a me // o guappo, ‘mmiez’è guappe, só’sul’io // só carne’guaje // ‘mmiez’è malevivente songo’o re” ” Guapos de mi barrio // os quiero a todos contra mi // solo yo soy el guapo entre los guapos // estoy hecho para los líos // entre los matones soy el rey “
En “Don Carluccio” se resalta el carácter mujeriego del guapo: “Io so’guappo e stóngo’e casa // dint’o vico’e Ffuntanelle // addó’e ffemmene cchiù belle // a ‘mpazzia vanno pe’me” “Soy guapo y estoy en casa // en el barrio de Fontanelle // donde las mujeres más bellas // se vuelven locas por mi”
En “Ll’urdemo bicchiere” se traza la decadencia del “guappo”: “Io ch’ero guappo e mo só n’ommo ‘e niente // mme ‘ mbriaco e bonanotte a tuttuquante” “Yo que era guapo y ahora no soy nada // me emborracho y buenas noches a todos”
Finalmente, en “Napule ca se ne va” se recoge la nostalgia del tiempo pasado: ” ‘O cumpare parla’e quanno // quanno’o guappo era nu re ” El compañero habla de cuando // cuando el guapo era un rey “
Para terminar, aquí tienes una joya, la secuencia final de la película de 1.978 “L’ultimo guappo”, el protagonista es un faraón de la canción napolitana Mario Merola, que en paz descanse. El “guappo”, en su ciega ofuscación, tiene la ocurrencia de ir a dar la tabarra acompañado por sus satélites. La cosa termina mal, muy mal y el “guappo” aún pregunta si la flor es para él.
Mario Merola canta “Guapparia” en la que se dice: ”Quanno se ne venette à parta mia // ero’o cchiù guappo ‘e vascio à Sanità // mo, ch’aggio perzo tutta guapparia // cacciatemmenne’a dinta suggitá” “Cuando se me acercó // yo era el más guapo de Sanità // ahora, que he perdido toda la guapparia // expulsado de la sociedad”
Rione Sanità es el barrio en que nació Antonio de Curtis “Totò”. Un famoso “guappo” del rione Sanità, fue Luigi Campolongo “Naso’e Cane” “Nariz de Perro”, inspirándose en él, un ilustre escritor napolitano Eduardo de Filippo le hizo protagonista de su obra de teatro “Il sindaco del rione Sanità”. Totò y Luigi Campolongo tuvieron una entrañable amistad… veo que me estoy dispersando, de todo esto quizá te hable en otro momento.
Has visto que enamorarse es krytonita para el “guappo” ya que con el amor pierde la “guapparia”. En la canción “A serenata’e Pulecenella” tienes otro ejemplo: “Na vota ero’o cchiù guappo’e ll’Arenella // tenevo‘nnammurate a mille a mille // e mò me faje chiammà Pulecenella // Ma tu ce pienze o no // ch’ero ‘nu guappo , guappo overo” “Una vez era el más guapo de la Arenella // tenía muchas enamoradas // y ahora me llaman Polichinela // pero, lo creas o no, // yo era un guapo, un verdadero guapo”
Resumiendo. Para incorporar a la estantería de los conocimientos inútiles. “Guapo” es una palabra subterránea, endémica en Andalucía y Levante, que tuvo un reconocimiento oficial tardío a principios del XVIII. Con su significado original “valiente” se trasladó al napoletano en la palabra “guappo”. La posterior evolución del “guapo” hacia “bonito” no se registra en “Guappo”.
Sinopsis: Con tan distintas vicisitudes históricas en ambos pueblos, pre ocupada España con la lucha contra el enemigo nacional y religioso, despedazada Italia en territorios y dominios diversos, con una formación política y social asaz desemejante, no tuvieron ocasión de relacionarse ni de cruzar sus zonas de cultura viva y directamente. De higos a brevas se comunicaban italianos con españoles y éstos con aquéllos entre los embajadores que todos los príncipes de Europa mandaron a saludar al glorioso califa de Córdoba Ab derraman III (912-61) se contaban los enviados por Hugo, rey de Italia. Es de suponer que procedían de España las hordas árabes que se apoderaron de Sicilia. Pero nada más; la misma Iglesia universal de Roma, que nunca fue – del todo extraña a los asuntos religiosos de los españoles, no llegó a afirmar, hasta la segunda mitad del siglo XI, sus derechos sobre aquellos Estados cristianos.
Durante largo tiempo España fué para los italianos, y en general para los restantes pueblos de Europa, principalmente el País en el que se debatía una lucha encarnizada y eterna entre cristianos y paganos, riñendo sus batallas contra el poderío musulmán, que amenazaba a la misma Italia en sus expansiones progresivas.
Título: | La Spagna nella vita italiana durante la rinascenza |
Autor: | Benedetto Croce |
Editor: | Wentworth Press |
Páginas: | 332 |
Idioma: | Italiano |
ISBN-13: | 978-1374093188 |
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