Con el agua al cuello – de Donna Leon

Es maravilloso inaugurar esta sección sobre novela policiaca con uno de los últimos títulos que acaba de salir al mercado. Se trata de Con el agua al cuello, de Donna Leon, que ha visto la luz hace un mes, en marzo de 2020; justo a tiempo para amenizar nuestro confinamiento. 

Viajamos así a la atemporal Venecia para afrontar un tema que, al menos antes de la pandemia, centraba la actualidad de la agenda internacional: el cuidado del medioambiente. 

El comisario de policía, Guido Brunetti, debe desentrañar el misterio de la muerte de Vittorio Fadalto; un científico que trabajaba en una empresa dedicada al análisis del agua; y que fallece en extrañas circunstancias, en un momento vital de extrema complejidad. 

Gracias a la pericia de los investigadores, que, en sus pesquisas, deambulan por una ciudad tórrida, esquivando hordas de turistas (a los que, en Venecia, al parecer, perciben como su plaga particular); nos enteramos de cuestiones relacionadas con la toxicidad de ciertas sustancias que, muchas veces, acaban vertidas en las aguas que finalmente se destinan al consumo humano y en las consecuencias que pueden generar en la salud. 

Una curiosidad: Este relato, el vigésimo noveno de la serie del comisario Brunetti, comparte título (al menos, en sus respectivas traducciones al español) con otra novela policiaca perteneciente a otra de las series de las que nos ocuparemos en esta sección: la del comisario Járitos, del griego Petros Márkaris. 

Sinopsis: Desde la residencia donde pasa sus últimos días postrada en una cama, Benedetta Toso, enferma de cáncer con apenas treinta y ocho años, quiere hablar con Brunetti de algo que no quiere llevarse consigo a la tumba. Débil y al borde de la muerte, la mujer apenas consigue tener algún momento de lucidez y esbozar algunas frases sueltas que implican a su marido, Vittorio Fadalto, muerto recientemente en un accidente de tráfico, con un dinero obtenido de forma ilegal y que, en consecuencia, su muerte fue en realidad un asesinato. «Ellos le mataron», cuenta al comisario. Desgraciadamente, antes de poder obtener más información al respecto, la mujer expira su último aliento.
¿A qué dinero ilegal se refería? ¿Quiénes son esos «ellos» a los que Toso acusa de haber asesinado a su marido? El fino hilo de investigación llevará al comisario hasta el lugar de trabajo del hombre, Spattuto Acqua, una empresa privada encargada de vigilar por la calidad del agua en Venecia. Allí, Brunetti no sólo se enfrentará a la verdad sobre si Fadalto fue asesinado o no, sino a un caso de soborno entre los empleados con el objetivo de ocultar vertidos contaminantes en el agua, lo que podría tener consecuencias catastróficas en la salud de los venecianos.